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Guía definitiva del Growth Hacking

Guía definitiva del Growth Hacking

Seguramente has escuchado hablar del Growth Hacking, un término acuñado por el exitoso empresario Sean Ellis en el 2010 para definir las prácticas o estrategias orientadas al crecimiento de los negocios y que, por cierto, en los últimos tiempos ha sido de los más famosos en el Marketing Digital. Por ello, hoy queremos hablar de todas las utilidades y características que conforman este importante modelo de mercado que, si bien no es una solución tecnológica, busca explotar toda la información de los usuarios para crear metodologías que representen un verdadero impacto en el mundo empresarial.
Sin más preámbulos, ¡empecemos!

¿Qué es el Growth Hacking?

Después de algunos atisbos en la introducción, podemos definir al Growth Hacking como la técnica de saber aprovechar el máximo de la información recolectada de los datos para aumentar drásticamente el número de visitas e ingresos en nuestra marca. Eso sí, es importante aclarar que no se trata de ninguna herramienta específica ni existe una única solución para llevar a cabo los objetivos antes mencionados.
Por el contrario, se trata de adquirir una nueva mentalidad, de dejar ir algunas convenciones del marketing tradicional para abrazar otras nuevas. De este modo, el Growth Hacking nos obliga a analizar los productos o servicios de nuestro negocio desde una mirada objetiva; preguntarnos por sus necesidades, sus propósitos, entre otros, para así crear estrategias personalizadas y genuinas, pues, como dicen por ahí “lo que le funciona a uno, no necesariamente le va a servir al otro”.

¿Cómo debe ser un Growth Hacker?

Innovador: debes tener presente que la parte fundamental de ser un Growth hacker es la innovación. Por tanto, debes investigar información de todos los sectores y experimentar nuevas estrategias o técnicas que te permitan abrir nuevas oportunidades, transformar los problemas en aspectos positivos y estar siempre dispuesto al cambio. Eso sí, cada vez que quieras probar nuevos modelos, inténtalo solo con el 5% de tu base de datos, mas no con todos, para que, en primer lugar, los costes no sean muy elevados y, en segundo lugar, para que en caso de que no funcione no te genere errores ni pérdidas en tu negocio.

Analítico: esta cualidad es clave para entender si las técnicas que estás probando funcionan o no. Para eso, Luis Díaz del Dedo, experto en Growth Management, recomienda entender muy bien las necesidades de tu público, lo que quieren hacer con tu contenido o con tu producto mediante un análisis de comportamiento, es decir, medirlo todo: las métricas, el target clave, etc., para saber cuándo proponer algo nuevo o cuándo preservar, de manera que tus usuarios prefieran los productos o servicios que estás ofertando.

Creativo: la creatividad es esencial para alguien que se prepara para ser un Growth Hacker, sobre todo porque se trata de buscar nuevas fórmulas que hagan crecer las marcas, por tanto, si haces lo mismo que la competencia, tu capacidad de crecimiento estará limitada. Por otro lado, esta cualidad está directamente relacionada con ser multi-disciplinar, en otras palabras, saber de todo un poco para proponer mejores técnicas de crecimiento.

Ágil: el Growth Hacker quiere probar las cosas rápido para ver si funcionan. Si bien le gusta analizar, no le gusta la parálisis por análisis. Analizar lo justo es necesario, pero perder agilidad en lanzar algún bien o servicio al mercado por analizarlo demasiado es tosco e ineficiente.

¿Qué ejemplos de Growth Hacking existen en el mundo digital?

Hotmail: un ejemplo muy popular de esta técnica digital fue cuando Hotmail se lanzó al mercado. En ese entonces, añadieron una firma por defecto a todos los usuarios para invitarlos a probar el servicio gratuito y enlazarlos a la página web. De esta forma, consiguieron convertir su base de datos en una poderosa herramienta de marketing, obteniendo dos millones y medio de usuarios en tan solo siete meses y 30 millones en 30 meses. En este caso particular, los usuarios se motivaron por ser un servicio gratuito, pues en ese momento el correo electrónico se utilizaba principalmente entre familiares y amigos, de tal forma que la firma con el enlace parecía ser un apoyo personal hacia el usuario, generando mayor interés por probarlo.

PayPal: otro caso muy popular fue cuando PayPal era un completo desconocido y nadie confiaba en su sistema, siendo su principal objetivo ampliar su base de usuarios. Para ese momento, no era indispensable que se usara o no la plataforma, sino el simple hecho de que hubiera suficientes personas para crear marca y confianza. ¿Qué hicieron entonces? Ofrecieron 10 dólares a cada usuario si conseguía referir a uno nuevo. Es decir, por cada usuario invitado a PayPal, éste ganaba 10 dólares. ¿Cuál fue el resultado? Millones de usuarios en apenas unos días. La plataforma incluso tuvo que suspender la promoción porque tuvo más éxito del esperado. Sin embargo, podemos decir que gracias a esta acción hoy PayPal es uno de los sistemas de pago de referencia en el mundo y, además, un brillante ejemplo de Growth Hacking.
                                                     
Dropbox: por último, una de las empresas que mejor ha utilizado esta técnica es Dropbox, la cual en un principio pretendía aumentar el número de usuarios registrados en poco tiempo. Para ello, ofreció una recompensa en forma de almacenamiento gratuito dentro de la herramienta a quienes recomendaran con éxito su plataforma a un amigo. ¿Cuál fue el resultado? Dropbox pasó de 100.000 a 4 millones de usuarios en tan solo 15 meses. A raíz de este gran impacto, muchas otras organizaciones empezaron a utilizar esta técnica, consiguiendo grandes resultados. En definitiva, el Growth Hacking funciona así: una filosofía por la que se crean acciones concretas y rápidas que convierten un negocio desconocido en una empresa real.

Es importante recordar que parte fundamental de empezar a integrar técnicas de Growth Hacking es olvidarse de las reglas tradicionales del marketing y centrarse solo en lo que es realmente medible. Así, podrás perseguir el crecimiento de tu negocio tomando decisiones orientadas a los datos, en otras palabras, en entender cómo tus clientes utilizan tu producto, los factores que los motivan a comprarlo y la información que consumen antes de hacerlo. Mejor dicho, en palabras de Díaz del Dedo, recuerda observar con ojo crítico tus propios productos y servicios; crear hipótesis y realizar experimentos en pro a transformar los problemas en oportunidades de negocio, pues, como él mismo dice “El futuro está en la capacidad de crear cosas nuevas y ponerlas en marcha”.

Bibliografía:

Episodio #3 T2 de Negocios y Marketing: Growth Hacking.

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